Este jabón se puede utilizar tanto para la lavadora, como para el lavavajillas. La única diferencia es la cantidad de sosa que añadiremos para el jabón de lavar la vajilla, que será superior a la del jabón para lavar la ropa.
Precauciones:
Debemos tener en cuenta siempre las medidas de seguridad ya que el manejo de la sosa es peligroso.
Receta del jabón en polvo de lavadora
Aceite de oliva reciclado: 1600 g.
Sosa: 250 g.
Agua: 650 g.
Percarbonato o carbonato (o mezcla de ellos): 250 g.
Aceite esencial de limón (opcional): 15 g.
El percarbonato (del cual hablo más abajo), lo introduciremos en la traza, incorporándolo manualmente sin disolverlo, sólo hasta que quede bien repartido. Si se disolviera, puede liberar el oxígeno, lo que haría que se hinchara el molde y podría incluso derramarse el jabón. Lo desmoldaremos al día siguiente y cortaremos (siempre con guantes) en cuadraditos, que luego trituraremos. Se puede picar con un robot de cocina o con las cuchillas de la batidora. Si vemos que se pega mucho, dejar los cuadraditos airear medio día o un día más, sin que se endurezca demasiado. Lo guardaremos molido en un envase dejando que respire, pues aún tiene mucha humedad.
Si lo elaboráis mediante el método en frío, debemos esperar a que cure 4 semanas, para que complete el proceso de saponificación. Si se elabora en caliente, no agregar el percarbonato hasta haber completado la saponificación, justo antes de verterlo al molde.
La dosis de utilización es igual o menor que cualquier jabón en polvo comercial.
Receta del jabón de lavavajillas:
Aceite de oliva reciclado: 1600 g.
Sosa: 270 g.*
Agua: 700 g.
Percarbonato o carbonato (o mezcla de ellos): 270-280 g.
*Podemos aumentar la cantidad de sosa hasta 280 g para aumentar el grado de limpieza (si introducimos la vajilla muy sucia). En este caso también aumentaremos el agua a 720 g.
Cortaremos los cuadraditos a la medida estándar del lavavajillas. Podemos empezar a utilizarlo a la semana de hacerlo, pero no está de más que termine la curación.
Nota: con este jabón debemos tomar la precaución de limpiar el filtro del lavavajillas más a menudo.
El percarbonato o carbonato sódico
Son dos sales derivadas del carbono, que no debemos confundir con el perborato. Al descomponerse generan oxígeno, lo que le da su efecto blanqueador. Es
totalmente inocuo para el agua y el medio ambiente. Por contra, el perborato de sodio libera boro, siendo muy tóxico para la vida acuática.
En nuestro caso lo vamos a utilizar por tres razones:
- La primera, como ya he comentado, es por su efecto en la limpieza de la ropa. El oxígeno ayuda a blanquear la ropa y aviva los colores en la ropa de color.
- La segunda razón y más importante, es que baja notablemente el nivel de espuma del jabón. Normalmente los jabones elaborados sólo con aceite de oliva y además con cantidad extra de sosa, hacen muy poca espuma, pero no debemos olvidar que el aceite usado tiene en su composición diferentes grasas que se han quedado de la fritura. De esta forma, evitamos que se dañen las máquinas de lavado. Podemos sustituirlo para este fin utilizando sal común.
- La tercera razón es que nos ayuda a que el jabón se deshaga, tanto para triturarlo y convertirlo en polvo, como para que se disuelva en el proceso de lavado del lavavajillas.
La cantidad de percarbonato que añadimos en la receta de jabón es la misma aproximadamente que la cantidad de sosa que vamos a utilizar, pero podemos aumentarla sin ningún problema.
Espero que os animéis a probarlo, así contribuiremos un poco más a cuidar el medioambiente y además nos ahorraremos un dinerillo.
Salud!