El jabón de tajo es, seguramente, una de las recetas antiguas más utilizadas del mundo. Por eso, dedico esta entrada a nuestras abuelas o personas mayores, que con su gran sabiduría reutilizaban todo lo que tenían entre manos, convirtiendo los residuos en joyas útiles, más valiosas que las joyas de exposición, a mi forma de ver...
Más de una persona me ha venido contando que aún guarda algún taco de jabón de su madre o abuela, envuelta en un periódico viejo o en un trapito, como recuerdo de aquella persona y admiración de su trabajo, pero que no conocen la receta con la que elaboraba el jabón. Así que os animo a que os pongáis manos a la obra con esta receta, un poco modificada de la original, para obtener un jabón más limpiador y agradable, teniendo siempre en cuenta las medidas de seguridad, pues vamos a manejar un álcali fuerte que puede ocasionar quemaduras.
Jabón de tajo al limón (para 4 kg. de jabón aproximadamente):
- 2030 gramos (que no mililitros) de aceite de oliva usado y colado.
- 635 gramos de aceite de coco
- 411 gramos de sosa al 99-100% de pureza
- 950 gramos de agua
En la traza añadiremos:
- 100 gramos de aceite esencial de limón
Si queremos elaborar menos cantidad, podemos dividir todo entre 10 y así saldrán dos pastillas como las véis en la foto, de 200 g. cada una.
Con esta receta obtenemos un jabón con el 0% de sobreengrasado y, gracias al coco, con una espuma agradable y con más poder de limpieza que si fuera elaborado sólo con aceite de oliva. El aceite esencial de limón nos aportará un aroma fresco y mayor limpieza, pues ayuda a desengrasar y a blanquear los tejidos.
La decoración de arriba la he hecho mezclando un poquito de nuestro jabón con óxidos minerales verde y amarillo, haciendo un punto por cada hoja y con un palillo he dibujado la forma. Sencillo pero aparente, verdad?