Crema reparadora de manos y pies, Caléndula y Propóleo

Una crema para recuperar las manos y pies más dañados por el frío o por el trabajo, además de tratar las durezas de codos y talones, con una rápida recuperación.



Sus principios activos (*ecológicos) son:

Oleato de caléndula* en oliva virgen extra. La caléndula nos cede su gran poder cicatrizante, antiséptico y tónico, muy utilizado en caso de cortes y heridas, quemaduras, dermatitis, etc. El aceite de oliva de nuestra cosecha, tiene virtudes cosméticas tan importantes como en la alimentación con gran poder antioxidante debido a su alto contenido en vitamina E, actuando contra los radicales libres. Su principal componente es el ácido oleico, siendo un reconstituyente de las membranas celulares y de la piel. Es muy rico ácidos grasos esenciales, restaurando el nivel natural de humedad de la epidermis. Además nutre, protege de los agentes externos y suaviza, siendo indicado para pieles irritadas, sensibles o muy secas. Además, aplicado en pies y manos, fortalece las uñas. 

Miel de propia producción: reconocida y utilizada en hospitales como antiséptica y cicatrizante de heridas y úlceras de difícil cicatrización. Un lujo que nos brindan las abejas con su incesante trabajo. Para nutrir la piel, hidratarla y repararla, dulcemente. 

Manteca de karité* biológica y de comercio justo, procede de África, utilizada desde la antiguedad para los cuidados de la piel. Nos proteje del sol absorviendo algunos rayos UV, gracias a su contenido en vitamina A, keratina y alcoholes terpénicos. Es antiinflamatorio, aliviando y calmando las irritaciones. Previene las alergias solares. Restaura la elasticidad de los tejidos de la piel, hidratando y nutriendo en profundidad.

Urea: muy utilizada como queratolítica y humectante. En pequeñas cantidades ayuda a la piel a mantener su hidratación. En cantidades mayores ayuda a regenerar la piel, descamando las células muertas. Es un producto que se utiliza en alimentación y en el campo de la cosmética es indicado para pieles secas, con dermatitis, durezas, psoriasis, eccemas, etc. 

El extracto de propóleo* es un potente antiséptico y muy conocido por sus virtudes en afecciones dérmicas y en regeneración de tejidos. Ayuda a cicatrizar las heridas, mejora drásticamente las ulceraciones de piel, combate hongos o micosis y da muy buenos resultados en reacciones alérgicas de las manos (conocidas por ser típica de personas que utilizan muchos detergentes o productos químicos) al igual que con los sabañones.

Aceites esenciales de lavandín* y limón*: estos aceites esenciales son indicados para reparar la piel agrietada. Ayudan a la regeneración celular, tienen función antiséptica y el limón ayuda a fortalecer las uñas.

Una crema a la que no se le puede pedir más!





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