Como podéis ver, últimamente estoy sacando partido a los bloques de jabón y con la capa de arriba, elaboro otro, normalmente circular. Pero esta vez me fue imposible hacerlo el día que quería y a los dos días ya estaba demasiado duro como para hacer un rollo y meterlo en un tubo, así que tuve que improvisar:
Corté en tiras la capa de jabón y forré mi molde normal de barra. Al final lo rellené con la masa del jabón Zen y le puse otra tira como tapa. Lo ideal hubiera sido encontrar un molde cuadrado pero vertical, de los que se rellenan por arriba... De todas formas, el resultado es bien bonito. Un jabón sencillo pero con un acabado diferente.
Lo he llamado Zen por la combinación de aceites esenciales, recomendados para relajarse, meditar y disfrutar de una ducha reconfortante: hinojo*, lavandín*, incienso, enebro, pomelo y alguno más que ahora no recuerdo...
Espero que os guste.