Tres mascarillas faciales para equilibrar e iluminar la piel naturalmente.
Estas mascarillas se componen de diferentes tipos de arcillas (libres de metales pesados), algas en polvo y carbón activo vegetal, acompañados de aceites esencieles específicos para cada formulación. Al ser en polvo, la mascarilla se puede realizar fácilmente al momento adaptándola a cada tipo de piel. Además, al no llevar agua, no necesita conservante y cunde más.
Las arcillas son la base de las mascarillas limpiadoras y
desintoxicantes más utilizadas. Remineralizan
la piel, absorben impurezas, regulan las glándulas sebáceas y si las
aplicamos masajeando, ejercen de exfoliantes, dejando la piel más
uniforme, lisa y suave.
Las arcillas, junto a las algas, han sido utilizadas desde la antigüedad en los
rituales de belleza. Nos aportan gran cantidad de minerales y
nutrientes, recuperando las pieles apagadas, absorben impurezas (también
las provenientes de la contaminación) y suavizan la piel. Además el
carbón activo es un absorbente sin igual y el alga chlorella desintoxica
y estimula la síntesis del colágeno y de elastina, previniendo el
envejecimiento de la piel.
La forma de utilización es la siguiente:
pondremos en una taza o bol una o dos cucharadas de la mascarilla en polvo y:
pondremos en una taza o bol una o dos cucharadas de la mascarilla en polvo y:
Para pieles grasas, con acné o puntos negros: hacer una pasta con agua, infusión de tomillo o zumo de aloe vera o pepino. Aplicar con las llemas de los dedos o con un pincel plano y dejarla actuar durante 10 minutos o hasta que se seque. Aclarar con abundante agua.
Para pieles mixtas o normales: elaborar una pasta con agua o infusión (de romero, por ejemplo), o zumo de aloe vera o pepino y, si se quiere, añadir unas gotas de aceite de jojoba o de pepita de uva. Aplicar con las llemas de los dedos o con un pincel plano y dejar actuar 5-10 minutos. Aclarar con abundante agua.
Pieles secas: elaborar una pasta densa con agua, infusión de manzanilla o cambiar el agua por un cuarto de aguacate maduro machacado, un par de cucharadas de yogur, etc. y añadir un chorrito de aceite de oliva o de almendras, según nuestra preferencia. También podemos añadir un poco de miel a nuestra mezcla, para aumentar la hidratación. Aplicar con un pincel plano o con las llemas de los dedos y dejar actuar 5 minutos. Aclarar con abundante agua. Probar con diferentes concentraciones de aceite según el tipo de piel.
Pieles sensibles se puede sustituir el agua por infusión de manzanilla, zumo de aloe vera, leche de avena, infusión de malva, etc. Dejar la mascarilla 5 minutos o hasta que empecemos a notar tirante la piel, sin secarse la mascarilla. Aclarar con abundante agua.
Ingredientes: arcilla verde, arcilla rhassoul, carbón activo vegetal, aceites esenciales del árbol del té*, melisa, limón* y pomelo. *Ecológico.
Mascarilla remineral: para todo tipo de pieles; una mascarilla excepcional con gran cantidad de minerales, aminoácidos y oligoelementos gracias a su composición rica en arcillas y algas.
El micro alga chorella tiene gran cantidad de proteínas y aminoácidos, antioxidantes, vitaminas y minerales, estimulando la síntesis del colágeno y de elastina, previeniendo el envejecimiento de la piel. El alga lithothamne nos cede sus oligoelementos y minerales, ayudando a nutrir e iluminar la piel apagada. Su agradable aroma relaja, ayuda a la concentración e invita a la meditación.
Ingredientes: arcilla amarilla, alga lithothamne calcarcareum, kaolín, alga chorella, aceite esencial de naranja*, lavandín*, geranio, incienso y otros. *Ecológico.
Mascarilla bella: para pieles secas, normales o sensibles. La mascarilla más suave de todas. Ilumina, equilibra y ejerce una fina exfoliación.
Ingredientes: arcilla rosa, kaolín, arcilla roja, aceites esenciales de palmarrosa, lemongrass*, extracto de vainilla*, extracto de fresa* y otros. *Ecológico.
