Un jabón con alto sobreengrasado en ricino y manteca de cacao, combinado con el aloe vera fresco, lo hacen perfecto para recuperar la hidratación de una piel castigada o cansada.
El valor del aloe vera aplicado en la piel es ampliamente conocido. Es calmante, hidratante, antiinflamatorio, remineralizante y previene la hiperpigmentación de la piel. Igualmente alivia quemaduras, sobre todo por el sol, y reduce el acné. En este jabón he sustituido el agua por la pulpa fresca de mis aloes de 5 años. Aquí os muestro unos cortes de las hojas:
El aceite esencial de cedro tiene múltiples aplicaciones, siendo estimulante de la circulación, antiséptico, tónico y relajante. El eucalipto nos aporta una nota fresca en el jabón y sus cualidades antiinfecciosas y antiinflamatorias.
Es un jabón perfecto para combinar con el de zanahoria, para cuidar la piel en verano, pero también es indicado su uso en piernas cansadas o personas con mala circulación.
Ingredientes: aceite de oliva virgen extra*, aceite de coco* y ricino*, manteca de cacao*, estearina vegetal, pulpa de aloe vera*, sosa, aceites esenciales de cedro y eucalipto, fragancia de verbena limón, vitamina E proveniente del girasol y pigmentos minerales. *Biológico.