Jabón exfoliante de fresa y amapola

Un jabón divertido y afrutado, para que el cuidarse sea un placer. Con un color más suave de lo que quería haber conseguido, pero como esto de los jabones a veces es incontrolable, este ha sido el resultado:


Las semillas de amapola* exfolian la piel en la ducha, eliminando las células muertas, ayudando de esta manera a que se regeneren más deprisa y la piel tenga un aspecto más sano, luminoso y elástico. Además, utilizándolo una vez a la semana preparamos a la piel para el bronceado, que lucirá más homogéneo y perdurará durante más tiempo.

El aceite de macadamia* añadido en el sobreengrasado del jabón devuelve a la piel su turgencia, elasticidad y firmeza, por lo que es muy indicada en caso de piel flácida. Tiene propiedades suavizantes y calmantes e hidrata y nutre la piel si tapar los poros (no es comodogénico). Además actúa contra el envejecimiento celular, atenúa las manchas cutáneas producidas por el sol, cicatrices y estrías.

 La manteca de karité* biológica y de comercio justo, procede de África, es ampliamente apreciada desde la antigüedad para los cuidados de la piel y el cabello. Nos protege del sol absorviendo algunos rayos UV, gracias a su contenido en vitamina A, keratina y alcoholes terpénicos, potenciando además los filtros solares y ayudando a prolongar el bronceado. Es antiinflamatorio, aliviando y calmando las irritaciones. Previene las alergias solares. Restaura la elasticidad de los tejidos de la piel, hidratando y nutriendo en profundidad. En este jabón se encuentra en gran cantidad haciendo un jabón con una espuma muy agradable.

Además el aceite de oliva virgen extra* y la manteca de cacao* en gran cantidad, la arcilla rosa, pigmento mineral verde, vitamina E y el aroma de fresa y aceite esencial de limón*, están en este jabón completando la fórmula.

*Biológico.
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